lunes, 3 de junio de 2013

El Niño Miguel: Tras el silencio de un genio de la guitarra


No han pasado dos semanas desde que el mundo del flamenco dijese adiós al guitarrista flamenco Miguel Vega de la Cruz, más conocido como el Niño Miguel (1952-2013, Huelva). Aprendió a tocar junto a su padre y siendo un niño ya le acompañaba en el canto en tabernas y las calles de Huelva. Con él se va el cuerpo del maestro, de la leyenda, del flamenco con mayúsculas, de la sangre del arte, del dolor hecho música, de la improvisación, la sabiduría y el duende.

En los años 1970 su forma de tocar causó sensación. Obtuvo en el año 1973 el premio de honor del Concurso Nacional de Guitarra de la Peña Los Cernícalos de Jerez y la Televisión Española le dedicó un especial en el programa ‘Raíces’. Y él, quizá sin pretenderlo, marcó un antes y un después con los dos únicos discos que sacó al mercado: La Guitarra del Niño Miguel, 1975, y Diferente, 1976. Estos trabajos fueron reeditados en 1999 bajo el título Grabaciones históricas. El flamenco es universal. Niño Miguel.

Pese a la inconstancia de su carrera, marcada por su adicción a la heroína y la esquizofrenia, es considerado uno de los grandes intérpretes del flamenco. En noviembre de 2009 aceptó ayuda para hacer un concierto y recaudar fondos con los que pagó un tratamiento en un centro de Tharsis (Huelva). De hecho, volvió a renacer dos años después al colgar el cartel de 'no hay entradas' en el Teatro Central de Sevilla con un concierto que hizo partícipe a los presentes de su maestría.

Para muchos onubenses no era de extrañar verle tocar con su arte y ofrecer recitales improvisados por las calles de Huelva, incluso con varias cuerdas rotas. 

Vídeo: Tocando con tres cuerdas en un bar de Huelva antes de su rehabilitación




Vídeo: Último concierto de su vida en el Teatro Central (Sevilla)



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